La seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y, en resumidas cuentas, otorgar los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo. Pero, de acuerdo con el Artículo 2 de la Ley del Seguro Social en México, existe otro derecho que garantiza el Estado por medio de esta institución, el cual por ley debe ser otorgado a todo beneficiario: el derecho a una pensión.
En principio, debemos entender que esta ley garantiza la seguridad social como un derecho de todas las personas trabajadoras dentro del territorio mexicano. Esto quiere decir que, bajo este sistema, toda la población puede acceder al seguro de salud y, por tanto a la asistencia sanitaria. (Factorial, 2021)
Si bien el seguro social asegura el acceso a la asistencia médica y garantiza el ingreso en situaciones extraordinarias, algunas cuestiones en torno a esta protección son muy poco conocidas por gran parte de la población.
Por ejemplo, el hecho de que su cobertura no caduca con el transcurso del tiempo, que atiende a todas aquellas personas que en algún momento fueron sujetas de aseguramiento —como empleados, obreros, socios de cooperativas y trabajadores independientes que pagaron su cuota de manera voluntaria—, o que garantiza una pensión por invalidez en caso de enfermedad o cesantía, o por vejez si la persona no se encuentra en condiciones de laborar más debido a su edad avanzada.
De modo que la Ley del Seguro Social es un beneficio para todos y todas cuyos derechos se pueden exigir en cualquier momento, con el único objetivo de proteger nuestro derecho a una vida digna.
Cabe destacar que desde su creación en 1943, han habido cambios significativos en sus regulaciones debido a las distintas reformas que se han hecho a la ley. Concretamente, la de 1973, en la que se estableció que “el dinero de las pensiones provendría del promedio del salario de los últimos cinco años laborables”; la de 1997, que planteó que “el dinero acumulado para la pensión dependería del ahorro de cada trabajador/trabajadora”; y finalmente la de 2020, y quizá la más importante.
Esta última se aprobó en diciembre de 2020, y se enfoca principalmente en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores que se encuentran sujetos al régimen pensionario de la Ley del Seguro Social. Así, entre otros cambios, reduce el número de semanas de cotización a 750 —en contraposición a las 1,250 semanas que se requerían en la de 1997—, y mejora el monto de las pensiones garantizadas.
Así pues, y por increíble que parezca, el seguro social te protege a pesar de que ha pasado tiempo; tiempo de haber desempeñado un trabajo o de haber cesado de pagar tus aportaciones. Por supuesto, esto sólo si logras acreditar la vigencia de tus labores y tus semanas de cotización.
Por todo esto, te recomiendo que si no has sabido reclamar tus derechos como asegurado del IMSS, busques asesoría cuanto antes. No olvides que esta protección ofrece más que asistencia médica en accidentes menores. Desde pensiones por cesantía, invalidez, viudez y vejez, hasta seguro por maternidad o pérdida del sostén familiar, la seguridad social es otra forma de asegurar tu futuro.
Referencias y fuentes citadas:
Redacción. "Ley seguro social: qué es y qué debes saber en RRHH". Factorial. 25/10/2021. Consultado en https://factorial.mx/blog/ley-seguro-social-que-es/
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